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Fendi: 100 años de lujo, legado y visión.

En abril de 2025, la moda internacional se detuvo por un instante para rendir homenaje a un nombre que ha tejido con hilo dorado un siglo de elegancia, innovación y tradición: Fendi. En la Semana de la Moda de Milán, la casa romana celebró su centenario con un desfile inolvidable que no solo honró su historia, sino que también proyectó su visión hacia el futuro. Fue una oda al oficio artesanal, al linaje femenino que forjó su alma y a la reinvención constante que ha definido su existencia.


Los orígenes de una dinastía
Fendi: 100 años de lujo, legado y visión.
Fendi: 100 años de lujo, legado y visión.

Fendi nació en Roma en 1925, fruto del amor entre Adele Casagrande y Edoardo Fendi. Juntos abrieron una boutique especializada en artículos de cuero y peletería. Rápidamente se distinguieron por la excelencia en los materiales y la perfección en los acabados, atrayendo a una clientela exigente y sofisticada. En una época en la que el papel de la mujer en los negocios era limitado, Adele lideró con determinación un proyecto que pasaría a la historia.


A partir de los años 40, sus cinco hijas Paola, Anna, Franca, Carla y Alda se incorporaron a la empresa, transformándola en una verdadera dinastía femenina. Cada una aportó su talento, sensibilidad y visión, consolidando la marca como símbolo de lujo italiano. Ellas no solo heredaron la pasión de su madre, sino que supieron proyectarla en una empresa moderna, en constante diálogo con el arte, la arquitectura y la sociedad.


La revolución Lagerfeld

El verdadero punto de inflexión llegó en 1965, cuando Karl Lagerfeld fue invitado a dirigir la línea de peletería. En una época donde la piel era percibida como un símbolo estático de lujo, Lagerfeld revolucionó su lenguaje, convirtiéndola en un medio de expresión artística. Ligereza, color, humor: conceptos impensables en el sector hasta entonces, que él tradujo en piezas icónicas.

Fue Lagerfeld quien diseñó el legendario logo “FF” (Fun Fur), dos letras que sintetizan el espíritu libre y transgresor que infundió en la casa. Su relación con las hermanas Fendi fue duradera y profundamente colaborativa. Durante más de 50 años, este genio creativo ayudó a moldear una estética audaz, atrevida, con guiños constantes a la cultura romana y al arte contemporáneo.


Un legado familiar que evoluciona

El éxito de Fendi no se limitó a sus colecciones de peletería. En los años 80 y 90, la marca expandió sus horizontes: prêt-à-porter, accesorios, bolsos. Surgieron íconos como la baguette, diseñada por Silvia Venturini Fendi, nieta de Adele, que se convirtió en un objeto de culto gracias a su presencia en la serie Sex and the City. Este pequeño bolso de mano, con infinidad de versiones y materiales, demostró que el lujo podía ser también pop y divertido.

Silvia, actual directora artística de accesorios y moda masculina, representa la continuidad de un linaje apasionado. Con su presencia firme y silenciosa, ha sabido mantener viva la identidad de la marca, dotándola de funcionalidad sin perder ni un ápice de sofisticación.


La fusión con LVMH y la era moderna

En 2001, el grupo LVMH adquirió Fendi, incorporándola a su imperio de marcas de lujo. Aunque muchos temieron la pérdida de su esencia familiar, la integración resultó fructífera. LVMH aportó estructura global y recursos, mientras respetó el alma artesanal de la firma. Bajo su paraguas, Fendi multiplicó su presencia internacional y consolidó su liderazgo en el sector.

En 2019, la maison nombró a Kim Jones como director artístico de la moda femenina. Con una sensibilidad refinada y una visión multicultural, Jones fusionó tradición y vanguardia, colaborando con artistas y diseñadores como Donatella Versace y Stefano Pilati. Bajo su dirección, Fendi ha explorado nuevas narrativas, reinterpretando clásicos sin perder su conexión con el arte y la arquitectura romanos.


100 años: desfile en Milán, memoria y visión

El desfile del centenario fue mucho más que una pasarela. Fue un ritual. Se celebró en un escenario evocador en el corazón de Milán, rodeado de estructuras arquitectónicas que recordaban los palacios romanos, los mármoles antiguos y las fuentes barrocas.

La colección presentada fue una sinfonía de materiales nobles: sedas, organzas, piel tratada con técnicas innovadoras, encajes antiguos reinterpretados. Cada look contaba una historia. Había referencias a los años 20, a los trajes estructurados de los años 60, a la Roma imperial, al barroco, al minimalismo de los 90. Todo, sin caer en la nostalgia.

Las modelos desfilaron con paso solemne, como vestales de un templo invisible. El color predominante fue el blanco roto, símbolo de renacimiento, acompañado por tonos tierra, dorados apagados y toques de azul celestial. El cierre del desfile fue protagonizado por Delfina Delettrez Fendi, hija de Silvia, joyera de la maison y actual directora creativa de la línea de alta joyería, llevando una capa bordada con las fechas 1925–2025.


El alma de los talleres

Uno de los elementos que más emocionó fue el homenaje al oficio artesanal. En los días previos al desfile, Fendi abrió al público su taller en Roma, mostrando el proceso detrás de cada prenda, cada bolso, cada zapato. Los artesanos, con décadas de experiencia, compartieron su sabiduría, sus herramientas y su devoción por el detalle.

Esa transmisión de saber, ese vínculo humano entre mano y materia, es lo que distingue a Fendi de muchas otras marcas. No se trata solo de diseñar. Se trata de construir belleza con tiempo, paciencia y respeto.


Sostenibilidad, tecnología y arte

Fendi mira al porvenir con una mezcla de coraje y responsabilidad. En sus últimos años ha impulsado proyectos de sostenibilidad, reduciendo el uso de pieles exóticas, introduciendo tejidos reciclados y promoviendo prácticas éticas en toda su cadena de producción.

Asimismo, ha abrazado el arte digital, participando en proyectos NFT, colaborando con artistas visuales y explorando nuevas formas de exhibición, como las pasarelas virtuales y los espacios inmersivos. La moda, para Fendi, no es solo vestimenta, sino también lenguaje visual, arquitectura emocional y archivo de cultura.


100 años de eternidad

Celebrar cien años no es solo mirar atrás. Es demostrar que una marca puede mantenerse fiel a sí misma en medio de las mutaciones del mundo. Fendi lo ha logrado gracias a su raíz familiar, a su obsesión por el detalle, a su alianza entre creatividad y técnica.

Desde una pequeña tienda en Roma hasta un emblema global del lujo, la historia de Fendi es la historia del talento femenino, de la belleza bien hecha, del valor de la tradición y la valentía de innovar. El desfile del centenario no cerró un ciclo. Abrió otro.

Porque cuando el alma de una casa está hecha de pasión, legado y visión, cien años son apenas el comienzo.


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